miércoles, 6 de abril de 2011

Viernes santo

Cristo, por nosotros, se sometió incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre».
EVANGELIO
Pasión de nuestro Señor Jesucristo
según san Juan 18, 1-19,42
Prendieron a Jesús y lo ataron
C. En aquel tiempo, salió Jesús con sus discípulos al otro lado del torrente Cedrón, donde había un huerto, y entraron allí él y sus discípulos. Judas, el traidor, conocía también el sitio, porque Jesús se reunía a menudo allí con sus discípulos. Judas entonces, tomando la patrulla y unos guardias de los sumos sacerdotes y de los fariseos, entró allá con faroles, antorchas y armas. Jesús, sabiendo todo lo que venía sobre él, se adelantó y les dijo: + -«¿A quién buscáis?» C. Le contestaron: S. -«A Jesús, el Nazareno.» C. Les dijo Jesús: + -«Yo soy.» C. Estaba también con ellos Judas, el traidor. Al decirles:«Yo soy», retrocedieron y cayeron a tierra. Les preguntó otra vez: + -«¿A quién buscáis?» C. Ellos dijeron:

S. -«A Jesús, el Nazareno.»
C. Jesús contestó:

+ -«Os he dicho que soy yo. Si me buscáis a mí, dejad marchar a éstos.»
C. Y así se cumplió lo que había dicho: «No he perdido a ninguno de los que me diste. »
Entonces Simón Pedro, que llevaba una espada, la sacó e hirió al criado del sumo sacerdote, cortándole la oreja derecha. Este criado se llamaba Malco. Dijo entonces Jesús a Pedro:
+ -«Mete la espada en la vaina. El cáliz que me ha dado mi Padre, ¿no lo voy a beber?»

Llevaron a Jesús primero a Anás
C. La patrulla, el tribuno y los guardias de los judíos prendieron a Jesús, lo ataron y lo llevaron primero a Anás, porque era suegro de Caifás, sumo sacerdote aquel año; era Caifás el que había dado a los judíos este consejo: «Conviene que muera un solo hombre por el pueblo. »

Simón Pedro y otro discípulo seguían a Jesús. Este discípulo era conocido del sumo sacerdote y entró con Jesús en el palacio del sumo sacerdote, mientras Pedro se quedó fuera a la puerta. Salió el otro discípulo, el conocido del sumo sacerdote, habló a la portera e hizo entrar a Pedro. La criada que hacía de portera dijo entonces a Pedro: S. -«¿No eres tú también de los discípulos de ese hombre?»
C. Él dijo:
S. -«No lo soy.»

C. Los criados y los guardias habían encendido un brasero, porque hacía frío, y se calentaban. También Pedro estaba con ellos de pie, calentándose.

El sumo sacerdote interrogó a Jesús acerca de sus discípulos y de la doctrina. Jesús le contestó:

+ -«Yo he hablado abiertamente al mundo; yo he enseñado continuamente en la sinagoga y en el templo, donde se reúnen todos los judíos, y no he dicho nada a escondidas. ¿Por qué me interrogas a mí? Interroga a los que me han oído, de qué les he hablado. Ellos saben lo que he dicho yo.» Triduo pascual 106

C. Apenas dijo esto, uno de los guardias que estaba allí le dio una
bofetada a Jesús, diciendo:
S. -«¿Así contestas al sumo sacerdote?»C. Jesús respondió:
+ -«Si he faltado al hablar, muestra en qué he faltado; pero si
¡le hablado como se debe, ¿por qué me pegas?»
C. Entonces Anás lo envió atado a Caifás, sumo sacerdote.

¿No eres tú también de sus discípulos? No lo soy,
C. Simón Pedro estaba en pie, calentándose, y le dijeron:
S. -«¿No eres tú también de sus discípulos?»
C. Él lo negó, diciendo:
S. -«No lo soy.»
C. Uno de los criados del sumo sacerdote, pariente de aquel a quien
Pedro le cortó la oreja, le dijo:
S. -«¿No te he visto yo con él en el huerto?»
C. Pedro volvió a negar, y enseguida cantó un gallo.

Mi reino no es de este mundo
C. Llevaron a Jesús de casa de Caifás al pretorio. Era el amanecer, y ellos no entraron en el pretorio para no incurrir en impureza
y poder así comer la Pascua. Salió Pilato afuera, adonde estaban ellos,
y dijo:
S. -«¿Qué acusación presentáis contra este hombre?»
C. Le contestaron:
S. -«Si éste no fuera un malhechor, no te lo entregaríamos.»
C. Pilato les dijo:
S. -«Lleváoslo vosotros y juzgadlo según vuestra ley.»
C. Los judíos le dijeron:
S. -«No estamos autorizados para dar muerte a nadie.»
C. Y así se cumplió lo que había dicho Jesús, indicando de qué
muerte iba a morir.
Entró otra vez Pilato en el pretorio, llamó a Jesús y le dijo:
S. -«¿Eres tú el rey de los judíos?»
C. Jesús le contestó:

-«¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?»

C. Pilato replicó:

S. -«¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a mí; ¿qué has hecho?» C. Jesús le contestó:

+ -«Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí.» C. Pilato le dijo:
S. -«Conque, ¿tú eres rey?»
C. Jesús le contestó:

+ -«Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz.» C. Pilato le dijo:
S. -«Y, ¿qué es la verdad?»

C. Dicho esto, salió otra vez adonde estaban los judíos y les dijo: S. -«Yo no encuentro en él ninguna culpa. Es costumbre entre vosotros que por Pascua ponga a uno en libertad. ¿Queréis que os suelte al rey de los judíos?» C. Volvieron a gritar:
S. -«A ése no, a Barrabás.»
C. El tal Barrabás era un bandido.

¡Salve, rey de los judíos!
C. Entonces Pilato tomó a Jesús y lo mandó azotar. Y los soldados trenzaron una corona de espinas, se la pusieron en la cabeza y le echaron por encima un manto color púrpura; y, acercándose a él, le decían: S. -«¡Salve, rey de los judíos!»
C. Y le daban bofetadas.
Pilato salió otra vez afuera y les dijo:

S. -«Mirad, os lo saco afuera, para que sepáis que no encuentro en él ninguna culpa.»

C. Y salió Jesús afuera, llevando la corona de espinas y el manto color púrpura. Pilato les dijo: S. -«Aquí lo tenéis.»
Triduo pascual 108

C. Cuando lo vieron los sumos sacerdotes y los guardias, gritaron:
S. -«¡Crucifícalo, crucifícalo!»
C. Pilato les dijo:

S. -«Lleváoslo vosotros y crucificadlo, porque yo no encuentro culpa en él.» C. Los judíos le contestaron:

S. -«Nosotros tenemos una ley, y según esa ley tiene que morir, porque se ha declarado Hijo de Dios.»

C. Cuando Pilato oyó estas palabras, se asustó aún más y, entrando otra vez en el pretorio, dijo a Jesús: S. -«¿De dónde eres tú?»
C. Pero Jesús no le dio respuesta.
Y Pilato le dijo:

S. -«¿A mí no me hablas? ¿No sabes que tengo autoridad para soltarte y autoridad para crucificarte?» C. Jesús le contestó:

-«No tendrías ninguna autoridad sobre mí, si no te la hubieran dado de lo alto. Por eso el que me ha entregado a ti tiene un pecado mayor. »

¡Fuera, fuera; crucifícalo!
C. Desde este momento Pilato trataba de soltarlo, pero los judíos gritaban:

S. -«Si sueltas a ése, no eres amigo del César. Todo el que se declara rey está contra el César.»
C. Pilato entonces, al oír estas palabras, sacó afuera a Jesús y lo sentó en el tribunal, en el sitio que llaman «el Enlosado» (en hebreo Gábbata). Era el día de la Preparación de la Pascua, hacia el mediodía. Y dijo Pilato a los judíos:
S. -«Aquí tenéis a vuestro rey.»
C. Ellos gritaron:
S. -«¡Fuera, fuera; crucifícalo!»
C. Pilato les dijo:
S. -«¿A vuestro rey voy a crucificar?»
C. Contestaron los sumos sacerdotes:
S. -«No tenemos más rey que al César.»
C. Entonces se lo entregó para que lo crucificaran.

Lo crucificaron, y con él a otros dos
C. Tomaron a Jesús, y él, cargando con la cruz, salió al sitio llamado «de la Calavera» (que en hebreo se dice Gólgota), donde lo crucificaron; y con él a otros dos, uno a cada lado, y en medio, Jesús. Y Pilato escribió un letrero y lo puso encima de la cruz; en él estaba escrito: «Jesús, el Nazareno, el rey de los judíos.»

Leyeron el letrero muchos judíos, porque estaba cerca el lugar donde crucificaron a Jesús, y estaba escrito en hebreo, latín y griego. Entonces los sumos sacerdotes de los judíos dijeron a Pilato:

S. -«No escribas:"El rey de los judíos", sino:"Este ha dicho: Soy el rey de los judíos".» C. Pilato les contestó:
S. -«Lo escrito, escrito está.»

Se repartieron mis ropas
C. Los soldados, cuando crucificaron a Jesús, cogieron su ropa, haciendo cuatro partes, una para cada soldado, y apartaron la túnica. Era una túnica sin costura, tejida toda de una pieza de arriba abajo. Y se dijeron:

S. -«No la rasguemos, sino echemos a suerte, a ver a quién le toca. »
C. Así se cumplió la Escritura: «Se repartieron mis ropas y echaron a suerte mi túnica.» Esto hicieron los soldados.

Ahí tienes a tu hijo. Ahí tienes a tu madre
C. Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de Cleofás, y María, la Magdalena. Jesús, al ver a su madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su madre: + -«Mujer, ahí tienes a tu hijo.»
C. Luego, dijo al discípulo:
+ -«Ahí tienes a tu madre.»
C. Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa.

Está cumplido
C. Después de esto, sabiendo Jesús que todo había llegado a su término, para que se cumpliera la Escritura dijo: + -«Tengo sed.»
Triduo pascual 110

C. Había allí un jarro lleno de vinagre. Y, sujetando una esponja empapada en vinagre a una caña de hisopo, se la acercaron a la boca. Jesús, cuando tomó el vinagre, dijo: + -«Está cumplido.»
C. E, inclinando la cabeza, entregó el espíritu.

Todos se arrodillan, y se hace una pausa.

Y al punto salió sangre y agua
C. Los judíos entonces, como era el día de la Preparación, para que no se quedaran los cuerpos en la cruz el sábado, porque aquel sábado era un día solemne, pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y que los quitaran. Fueron los soldados, le quebraron las piernas al primero y luego al otro que habían crucificado con él; pero al llegar a Jesús, viendo que ya había muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados, con la lanza, le traspasó el costado, y al punto salió sangre y agua. El que lo vio da testimonio, y su testimonio es verdadero, y él sabe que dice verdad, para que también vosotros creáis. Esto ocurrió para que se cumpliera la Escritura: «No le quebrarán un hueso»; y en otro lugar la Escritura dice: «Mirarán al que atravesaron.»

Vendaron todo el cuerpo de Jesús, con los aromas
C. Después de esto, José de Arimatea, que era discípulo clandestino de Jesús por miedo a los judíos, pidió a Pilato que le dejara llevarse el cuerpo de Jesús. Y Pilato lo autorizó. Él fue entonces y se llevó el cuerpo. Llegó también Nicodemo, el que había ido a verlo de noche, y trajo unas cien libras de una mixtura dé mirra y áloe.

Tomaron el cuerpo de Jesús y lo vendaron todo, con los aromas, según se acostumbra a enterrar entre los judíos. Había un huerto en el sitio donde lo crucificaron, y en el huerto un sepulcro nuevo donde nadie había sido enterrado todavía. Y como para los judíos era el día de la Preparación, y el sepulcro estaba cerca, pusieron allí a Jesús.
Palabra de Dios.

Jueves santo

Lectura del santo evangelio según san Juan 13, 1-15
Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo.
Estaban cenando, ya el diablo le había metido en la cabeza a Judas Iscariote, el de Simón, que lo entregara, y Jesús, sabiendo que el Padre había puesto todo en sus manos, que venía de Dios y a Dios volvía, se levanta de la cena, se quita el manto y, tomando una toalla, se la ciñe; luego echa agua en la jofaina y se pone a lavarles los pies a los discípulos, secándoselos con la toalla que se había ceñido. Llegó a Simón Pedro, y éste le dijo:
-«Señor, ¿lavarme los pies tú a mí?»
Jesús le replicó:

-«Lo que yo hago tú no lo entiendes ahora, pero lo comprenderás más tarde.» Pedro le dijo:
-«No me lavarás los pies jamás.»
Jesús le contestó:
-«Si no te lavo, no tienes nada que ver conmigo.»

Simón Pedro le dijo:
-«Señor, no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza.»
Jesús le dijo:

-«Uno que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, porque todo él está limpio. También vosotros estáis limpios, aunque no todos.»

Porque sabía quién lo iba a entregar, por eso dijo: «No todos estáis limpios.»
Cuando acabó de lavarles los pies, tomó el manto, se lo puso otra vez y les dijo:
-«¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis "el Maestro" y "el Señor", y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros; os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis.»

Palabra de Dios

martes, 5 de abril de 2011

Salida Procesional Jueves Santo

La cofradía de Ntro. Padre Jesús Nazareno y Mª Stma. de la Esperanza,invita a todos sus cofrades a participar en la procesión del jueves santo acompañando a nuestros titulares en solemne procesión y silencio haciendo estación de penitencia por las calles de nuestro pueblo.
Puden participar acompañando al Padre Jesús vestido de morado, o la santisima virgen de la Esperanza vestido de verde.
Por favor os pedimos vuestra colaboración para que nuestra porcesión sea un gran orgullo y satisfación al lllevar sus titulares bien acompañados por la mayoria de sus cofrades, grandes y pequeños.
yYlos cofrades que no puedan participar por favor que lleven la medalla puesta el jueves santo en todos los cultos, tanto los oficios en la iglesia, como en la procesión.
Muchas gracias.
Atentamente la cofradia de Ntro. Padre Jesús Nazareno y Mº stma. de la Esperanza
Pincha aquí para ver esta foto.

Nuestras imagenes


La imagen del Padre Jesus data de la época de la posguerra, cuando se encargó para comprarla y traerla al pueblo.
El pelo del Padre Jesus es pelo real, donado por Isabel Cerrillo (suegra de Paula Navarro).
No se sabe a ciencia cierta quien es el autor de esta talla que fue restaurada en 1994 con unas mejoras que costaron 1.400.000 de las antigüas pesetas. Se compraron unas andas nuevas en Motril, en el Taller de Aragón y Fineda en 2003, por 18.500 euros. Los faroles de plata y el nuevo traje del Padre Jesús bordado a mano por un bordador de Córdoba costaron 18.000 euros.
En 2005 esta misma Cofradía del Padre Jesús ,compra la imagen de Nuestra Señora de la Esperanza.
Fué comprada en Córdoba alimaginero Enrique Ruiz Flores por 5.000€. Llegó a Cantoria un 8 de Diciembre. Su corona fue comprada en Motril por unos 2.500€, y en un futuro se tiene intención de comprarle el trono nuevo.

Historia cofrade

La Cofradía del Padre Jesús Nazareno se fundó en unos carnavales cuando María Isabel Fernández, Patrocinio Martos y Juana Sánchez, decidieron sacar y hacerse cargo de la imagen del Padre Jesús y restaurarla para poderla procesionar ya que estaba en muy mal estado y la madera se había podrido por la humedad. Estuvo la imagen sin poder salir de procesión durante un año.
La imagen del Padre Jesús data de la época de posguerra, que se encargó para comprarla y traerla al pueblo. El pelo que se utilizó para la peluca pertenecía a Isabel Cerrillo (suegra de Paula Navarro) que lo tenía muy largo y bonito. Cuando trajeron al Padre Jesús lo dejaron en el Paseo, y el sacerdote fue a buscar a Isabel para que fuese una de las primeras en ver a la imagen, después fue trasladada a la iglesia.No se sabe de ciencia cierta quien es el autor de tan bella talla, esta imagen fue restaurada en el año 1994, con unas mejoras que costaron 1.400.000 pesetas, se le compraron unas andas nuevas en Motril en el Taller de Aragón y Pineda en 2003 por 18.500 euros. Los faroles de plata y el nuevo traje del Padre Jesús bordado a mano por un bordador de córdoba costaron 18.000 euros.
Tras varios enfrentamientos con otra cofradía, que querían procesionar solos y que su imagen tenía que ir sola y luego hacerle un encuentro en la cuesta del colegio y a partir de ese tramo seguir juntos hasta la iglesia, decidieron comprar en 2005 la imagen de Nuestra Señora de la Esperanza al imaginero Enrique Ruiz Flores de Córdoba por 5.000 euros. Fueron a recogerla el 8 de diciembre en una furgoneta hasta Córdoba y llegó de madrugada a la casa de la hermana mayor. Al día siguiente fuimos a verla y se nos saltaron las lágrimas al verla tan bella y con esa cara tan hermosa (lo dice un gran devoto y cofrade de esta cofradía y recientemente vestidor de la imagen de la Virgen de la Esperanza).La corona fue comprada en Motril por unos 2.500 euros, la imagen procesiona con el antiguo trono del Padre Jesús (en un futuro se le comprará un trono nuevo, se le bordara su manto y saldrá de procesión luciendo con gran esplendor como lo hace siempre y su estandarte delante de ella).Esta cofradía aspira a que algún día pueda tener un local cofrade para que el pueblo pueda visitarlo y ver todos sus enseres.